jueves, 8 de abril de 2010

Los reflejos de la pared


Los reflejos de la pared



Todavía mi deseo no perdió la esperanza

de tu beso,

esperanza siempre viva y que me hace vivir.

En la noche aromada de tu pelo perdí

mí corazón.

¿Qué sería de mí si este amor mío

debiera terminar?

Un día mi nombre subió a los labios de mi amada

y creía descubrir todos los goces de la vida.

El sol hace bailar el reflejo de tu rostro

en las blancas paredes de mi cuarto

y ese reflejo brilla hasta en la sombra

de la terraza. Tu boca escanciadora

me ha vertido un vino que me quema.

¡Que importa! Escáncialo puesto que soy

extraño entre quienes poseen la ciencia del amor.

Me dijiste una vez “ Deja tu vida

En mis manos y te daré la paz”

Y mi vida te di sin pesadumbre

más la paz no me llegó.

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