jueves, 1 de abril de 2010

Se fue


Se fue



Ni un solo beso pude robarle…

Y se fue.

Apenas entreví su rostro puro…

Y se fue.

Nuestra unión que sólo era alegría

Hoy es sólo amargura.

No logré retenerla…

Y se fue.

¡Que ternura en su voz cuando decía

“¡nunca me iré del círculo bendito de

tus brazos,

fuente de mi deseo!”… ¡Qué caricias!...

Y se fue.

Me dijo: “Si quieres mi presencia

Deberás renunciar a ti mismo”.

Todo lo abandoné…

Y se fue.

¡Que alivio era su andar! ¡Con que paso de reina

pisaba la hierbecilla tierna y las flores!

Yo no logré coger la rosa de su boca…

Y se fue.

¡Oh Shejim! Cada noche se alarga en lamentos

y lágrimas.

¡Ay de mí! ¡Ay de mí! Ni siquiera

pude decirle adiós…

Y se fue.

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